La nueva reforma agraria ha puesto en marcha una revolucionaria actividad social en Nueva Delhi contra las nuevas medidas anti campesinas. El pasado 26 de Febrero, coincidiendo con la celebración nacional por el Día de la República, más de 250.000 tractores, vehículos y un millón de granjeros se plantaron en la calle con el objetivo de presionar al Gobierno indio para que derogue tres leyes que liberalizan el sector agrícola. Las veremos con detenimiento a continuación:
¿Qué objetivo tenía esta marcha de tractores?
Para contextualizar esta situación, describiremos el marco político en el que se encuentra India actualmente. Hasta el 2020, la agricultura ha sido coordinada por el Gobierno central, reconocida por tener deficiencias que perjudican a los hombres y las mujeres que se dedican a los cultivos, siendo este trabajo altamente invisibilizado. El interminable drama del agricultor indio estaba caracterizado por subvenciones para el suministro eléctrico y un precio de apoyo mínimo para los productos que los agricultores vendían en los mercados estatales.
Una polémica social causada por tintes políticos.
El gobierno nacionalista no ha dejado de enfrentarse a protestas nacionales incumpliendo con el principio constitucional de secularismo y deteriorando la idea de democracia. Tras la justificación de proteger la economía del país en un momento de crisis sanitaria, el partido dirigente promulgó una serie de reformas agrarias elaboradas sin participación ciudadana.
¿Qué efectos ha tenido estas nueva legislación?
Las nuevas leyes agrarias se centran en que la liberalización modernizará el sector y agilizará su capacidad productiva y económica, garantizando la seguridad alimentaria del país.
Tres leyes que diversifican las fuentes de ingreso, elimina la intervención entre agricultores y empresas privadas y establece límites de almacenamiento y desregularización de los productos básicos. Por otra parte, se incluyen la Ley de Enmienda de Electricidad y la penalización por la quema de residuos de las cosechas.
La voz del pueblo en contra de las reformas.
Los campesinos hindúes se sienten esclavizados ante la imposición de impuestos. Explican que los mercados privados quedan exentos de impuestos. Así pues, el colectivo transmite la preocupación de que aunque estos funcionaran ineficientemente, si los mercados estatales desaparecen y con ellos el precio mínimo, las corporaciones aprovecharán la ocasión para lucrarse. Los agricultores denuncian que estas leyes invitan a las compañías privadas a desempeñar un puesto determinante, sino “dictador”, en la economía y seguridad alimentaria de India, donde los ingresos de más de la mitad de la población rural dependen de la actividad agrícola.
¿En qué resultó el alzamiento del campesinado hindú?
La manifestación pacífica fue respondida con cargas policiales, cortes en los servicios de Internet y manipulación de las noticias. El colectivo recalca que, a pesar de los inconvenientes ocasionados por las movilizaciones, la agricultura tiene repercusión a nivel nacional, por lo que la protesta es apoyada por el resto de la población de distintas formas, por ejemplo, con donaciones que hacen posible la prolongación de la lucha.
El sector agrario ha demostrado ser el guerrero de la seguridad alimentaria durante esta pandemia, por lo que se le debe respetar.